La música de Bad Bunny no solo llena estadios: también activa procesos cerebrales relacionados con el placer, la euforia y el sentido de comunidad, de acuerdo a un análisis del Colegio de Químicos de Puerto Rico (CQPR). En TV Azteca Puebla te contamos los detalles.
¿Qué dice el estudio sobre la música de Bad Bunny?
El estudio sostiene que escuchar al artista puertorriqueño estimula neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la oxitocina, lo que explica el poderoso impacto emocional y colectivo que generan sus conciertos; “El público no solo baila: se conecta a nivel bioquímico”, explicó María Santiago Reyes, química y ex presidenta del CQPR.
¿Por qué la música de Bad Bunny fue estudiada a nivel bioquímico?
El informe del CQPR fue presentado como antesala a la residencia artística No Me Quiero Ir de Aquí, que incluirá 30 conciertos de Bad Bunny entre el 11 de julio y el 14 de septiembre en el Coliseo de Puerto Rico.
El análisis fue realizado desde la química cerebral, el impacto ambiental y la innovación energética. Los expertos del CQPR resaltaron que la conexión emocional que se experimenta en eventos masivos es una oportunidad para educar sobre salud mental colectiva, transición energética y sostenibilidad.
También advirtieron sobre los efectos ambientales de estos eventos, que implican grandes volúmenes de residuos, altas emisiones de carbono por transporte y un consumo significativo de energía no renovable. Por ello, apoyan estrategias como el uso de energía solar, baterías de litio, reciclaje activo y movilidad sostenible. “Queremos que la ciencia salga del laboratorio y entre en la conversación pública”, dijo José A. Pérez, presidente del CQPR. “Si una canción puede mover multitudes, la ciencia puede orientar sus pasos”.